jueves, 10 de septiembre de 2009

Desde el baúl

No sonreiré para vos, hoy no.. está noche será la última que sentiré en tu cuello un perfume que no es el mio y gozaré de un ultimo placer, sos mi debilidad.
La casa estaba en sombras mientras contemplaba por ventana húmeda y empañada el caer de las gotas, al igual que lo hacían mis lágrimas. 
Se aproxima medianoche y aun no llegas, valla a saber con quién estarás; decidí matar el tiempo mirando nuestras fotos de épocas felices mientras un coctel en mis manos me darán valor para verte una vez mas.
Finalmente en la ventana, aceche a lo lejos las luces de tu auto, los nervios comienzan a devorarme.
Llegas, me ves hermosa.. como siempre pretendo estarlo para vos; me abrazas.. me estremezco, me besas y me mientes al oído.. es tan dulce. A tu descuido te sirvo una copa, lo ultimo que beberás; te abrazo intentando no llorar, debo ser fuerte. 
Al cabo de un tiempo te noto cansado, fatigado.. intentas hablarme pero callo tus palabras con mis labios mientras te sostengo fuerte. En un imprevisto estábamos  en el suelo, donde te sostuve en mis brazos y te dije una y mil veces te amo, hasta sentirte frió; dejé de sentir tu respirar, tus latidos.. y te observé, como te llevabas consigo mi vida. 
Te reposé sobre nuestra cama, sobre esa en donde nos amábamos.. y decidí recostarme a tu lado.. esperando a irme con vos.
Un haz de luz filtra por la ventana y despierto.. estoy sola pero escucho el picaporte de la entrada.. me levanto apresurada y te veo entrar.. con un ramo de flores en tus manos pidiendome perdón por el retraso.. me abrazas fuertemente, me besas.. te amo.
Ya no habían lágrimas, ya no había otro perfume en tu piel.. no había nadie más que vos yo.

1 comentarios:

Micaela dijo...

http://menstruacional.blogspot.com/